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Competitividad a partir de los agrupamientos industriales (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Las experiencias de los años setenta y ochenta
han demostrado que los tipos de cambio, si están muy
sobrevaluados, aumentan inexorablemente los déficit en la
balanza de pagos al dificultar sobre todo las exportaciones
industriales y facilitar las importaciones. Los países que
admiten una sobre valuación persistente de su moneda
obstaculizan por partida doble el desarrollo de un aparato
eficiente de producción industrial:

Provocado por la sobre valuación, el
encarecimiento de las exportaciones no abre ante las empresas una
posibilidad realista de orientar su producción en el
mercado mundial como marco de referencia.

El abaratamiento artificial de las importaciones da pie
a que las empresas pierdan competitividad en el mercado interno,
razón por la cual la inversión se concentra en el
área de los productos no negociables o los capitales son
inclusive exportados del país.

De ahí la necesidad de impedir que los niveles
del tipo de cambio acusen un pronunciado perfil anti -exportador.
Lo que debe procurarse más bien es un tipo de cambio
más equilibrado o un régimen que implique un ligero
perfil pro-exportador.

La política comercial, igual que la cambiaria,
está en la obligación de transmitir señales
claras al empresariado para que oriente sus estrategias en
función del mercado mundial como marco de referencia. Y
los gobiernos que quieren abandonar una estrategia de
sustitución radical de importaciones para acometer la
integración activa al mercado mundial, tienen a su
disposición dos conceptos muy distintos entre
sí:

Liberalización general de importaciones: este
concepto apunta a establecer un tipo arancelario bajo y uniforme
para todas las categorías de productos. Confía en
la vigencia del principio de las ventajas comparativas de costos
y acepta que sobrevivan tan sólo las industrias adecuadas
a la dotación de factores con que cuenta el país en
el corto plazo. Apuesta en consecuencia por una
liberalización no sólo indiscriminada, sino
además muy rápida de las importaciones.

Liberalización selectiva de importaciones: la
liberalización se efectúa en este caso de acuerdo
con un plan desarrollado mediante un análisis de los
potenciales previsibles de respuesta por parte de las industrias
existentes y de los requerimientos que plantea el desarrollo de
los núcleos industriales tanto antiguos como
nuevos.

Nivel micro

Las empresas se enfrentan con exigencias cada vez
más fuertes producto de las distintas tendencias: la
globalización, proliferación de competidores,
acortamiento de los ciclos de producción entre
otras.

Para poder afrontar con éxito las nuevas
exigencias, las empresas y sus organizaciones necesitan
reorganizarse en gran medida, tanto a nivel interno como dentro
de su entorno inmediato.

La consecución simultánea de eficiencia,
flexibilidad, calidad y velocidad de reacción presupone
más bien introducir profundos cambios en tres planos
diferentes:

Organización de la producción: los
objetivos consisten en acortar los tiempos de producción,
para responder así con eficacia a los deseos del
cliente.

Organización del desarrollo del producto: la
producción y la comercialización, contribuyen a
acortar drásticamente los tiempos de desarrollo, a
fabricar productos con mayor eficiencia y a comercializarlos con
más facilidad.

Organización y relaciones de suministro: las
empresas reducen la profundidad de fabricación para poder
concentrarse en la especialidad que asegura su competitividad;
reorganizan el suministro introduciendo sobre todo sistemas
articulados just-in-time y reorganizan su pirámide de
subcontratación al reducir la cantidad de proveedores
directos, elevando a algunos de ellos a la categoría de
proveedores de sistemas integrados al proceso de desarrollo del
producto.

La tarea a emprender en los tres planos es la
combinación creativa de innovaciones tanto organizativas
como sociales y técnicas.

Las crecientes exigencias a las empresas hacen que
actúen en el mercado mundial en forma de clusters
industriales, es decir, como grupos empresariales organizados en
redes de colaboración.

Formación de
estructuras en el nivel meso – la relevancia de las
políticas selectivas

El entorno empresarial ha aumentado su importancia a lo
largo de los últimos años debido al cambio
tecnológico-organizativo y a la superación del
tradicional paradigma de producción fordista.

El valor que tiene el perfeccionamiento oportuno y
selectivo de la estructura física y sobre todo inmaterial
para la competitividad internacional de las empresas, la
duración del período que requiere desarrollar el
capital humano y la infraestructura
tecnológica.

El Estado, las empresas y las instituciones
intermedias en el nivel meso – Se rompen las dicotomías
tradicionales

A medida que las empresas elaboran productos más
complejos van creciendo los requerimientos al entorno. Tanto la
idea de que el Estado, como centro rector de la sociedad, es el
único capaz de conducir los procesos tecnológicos y
económicos, como el dogma de la subsidiariedad del Estado
frente a los procesos del mercado, distan mucho de la realidad.
Los casos exitosos de la economía mundial revelan la
existencia de un amplio margen de acción para llevar a
cabo políticas que fortalezcan la competitividad de las
localizaciones industriales.

En muchos casos, las condiciones de demanda favorables a
la competitividad son el resultado de medidas iniciales como la
desregulación, la privatización de empresas
estatales y el apoyo financiero externo. Resulta esencial
además la creación de una infraestructura
física al servicio de la exportación. Lo que opone
muchas más dificultades es reformar y desarrollar con
criterios de competitividad las instituciones educativas,
investigativas y tecnológicas, así como las
demás políticas de soporte industrial dirigidas a
estructurar el nivel meso.

El problema radica no solamente en los instrumentos a
aplicar. La clave está en cómo se selecciona y
combina, y saber además qué procesos de toma de
decisiones pueden ser la base para desarrollar e implementar
políticas adecuadas a la complejidad de la
producción industrial. Entonces la estructuración
del nivel meso es en primer término un problema de
organización y gestión. De lo que se trata es de
desarrollar una eficiente estructura institucional (hardware) y
de promover en especial la capacidad de interacción
estrecha entre actores privados y públicos al interior de
un clúster (software).

Las estrategias de localización industrial nuevas
difieren en grado fundamental de los enfoques estatistas de las
políticas tradicionales referentes a la industria, la
planificación industrial y la conducción de la
inversión, pero difieren también de los enfoques
neo corporativistas de los setenta en los que estaban
involucradas tan sólo las cúpulas de las
asociaciones empresariales y de los sindicatos. Los dos enfoques
son hoy inoperantes, pues en el plano de la política y del
desarrollo de políticas meso, los potenciales de
acción, el know-now necesario para formular
políticas largo placistas y las capacidades de
implementación están repartidos entre numerosos
titulares tanto estatales como privados e intermedios. Durante la
fase del fordismo y de los patrones industriales altamente
estandarizados aún era posible establecer con éxito
grandes empresas de integración vertical basadas en la
planificación industrial estatal centralizada. En cambio,
hoy en día los patrones reguladores unidimensionales y
centralistas están condenados al fracaso cuando se trata
de desarrollar y apoyar la creación de redes empresariales
complejas y conjuntos de instituciones especializadas.

Los "medios suaves de gestión" como el flujo de
información, la integración de intereses y la
fijación de procedimientos van cobrando importancia debido
al cambio de las condiciones estructurales. Esos medios practican
dos funciones: por un lado, la política estatal meso
depende de los recursos que ofrecen el know-how de las empresas,
el sector científico y otros actores estratégicos;
en cambio, esos nuevos medios de gestión se corresponden
con el carácter interactivo de la innovación y con
el carácter sistémico de la competitividad. Las
políticas meso van asumiendo un carácter procesal.
La formación de estructuras a nivel meso es promovida no
sólo por la control público, pues las empresas, las
instituciones intermedias y las asociaciones (por separado o en
conjunto) también pueden y deben aportar lo suyo a la
configuración de la localización
industrial.

Los planes presentados por el MITI son concebidos en el
curso de un prolongado y minucioso proceso de comunicación
con representantes del sector privado y de la
investigación científica. También establecen
objetivos a corto y mediano plazo para diferentes sectores,
recurriendo a tal efecto a un análisis conjunto de los
cuellos de botella, los puntos fuertes y los posibles cambios
radicales. Prestan asimismo guías a la banca para que
ésta adopte decisiones sobre la concesión de
créditos, a las empresas para que tomen decisiones sobre
inversiones a largo plazo, al sector privado para que pueda
asignar recursos a la investigación, y a las instituciones
intermedias para que reorienten y rectifiquen el rumbo de su
gestión. Una política locacional de tal naturaleza
reduce el grado de inseguridad, estimula la búsqueda de
innovaciones y las inversiones en I+D, permitiendo que las
empresas sigan estrategias de largo plazo orientadas al
crecimiento y a la conquista de segmentos de mercado.

Otro modelo de la importancia que tienen los medios
suaves de gestión y los canales operativos de
comunicación entre grupos sociales, instituciones y
organizaciones relevantes son las "conferencias regionales",
sobre todo en zonas críticas en las que se han efectuado y
se siguen efectuando amplias obras de reconversión. Dentro
de este ámbito, numerosos actores sociales afectados
intentan llegar a un acuerdo acerca de las futuras oportunidades
de desarrollo de su región, tratando de identificar
cuellos de botella en el proceso de modernización y de
anticipar los costos ambientales y sociales del mismo con el
objeto de elaborar orientaciones para la toma de decisiones a
nivel tanto político como empresarial. En las regiones
involucradas van surgiendo complejas redes de colaboración
que engloban a organizaciones empresariales, sindicatos,
asociaciones, administraciones locales, institutos
tecnológicos y universidades. Esas redes se sitúan
entre el Estado y el mercado, elaborando visiones o, en
términos más pragmáticos, escenarios para el
desarrollo regional, preparando decisiones estratégicas
fundamentales y posibilitando una gestión política
no estatista de los programas de reconversión
económica, así como la formación activa y
participativa de estructuras a nivel de localización
industrial tanto regional como nacional.

Orientaciones para la
acción en situaciones de cambio radical y de
consolidación

La exploración de áreas económicas
con futuro en sectores dotados de un gran potencial de valor
agregado y el desarrollo de una política estructural
anticipativa es una tarea ambiciosa. Por regla general, esta
forma de objetivo encierra posibilidades de éxito
sólo en economías consolidadas y sólo en
base a la experiencia acumulada al coordinar la actuación
de las empresas con la del gobierno y la del sector
científico.

El objetivo estratégico y las meso
políticas selectivas avanzan parejos con el desarrollo de
un complejo sistema de monitoreo. Justamente en las fases de
restructuración económica resulta clave el enfoque
estratégico del objetivo por parte de las instituciones
pública. Los gremios y lobbies empresariales
defenderán primordialmente sus intereses particulares,
presionando para que sus respectivas industrias sean definidas
como núcleos estratégicos. En las fases de cambio
radical, los actores que siguen una orientación
estratégica deben cooperar en las entidades
públicas con asesores y expertos independientes a fin de
poder identificar núcleos industriales con potencial de
desarrollo. En la fase de consolidación de la
economía, la tarea central consiste en desarrollar un
sistema más amplio de monitoreo que se base en el
pluralismo de los actores y de las instituciones. Los institutos
de investigación económica, los centros
universitarios de investigación, las instituciones
sectoriales de tecnología y asesoramiento, los gremios
empresariales, los centros investigativos del sector privado, los
sindicatos y las consultorías contribuyen por su parte a
mejorar constantemente la base informativa sobre la
dinámica del sector productivo. Todos ellos
interactúan mediante la publicación de estudios, la
polémica científica, los congresos y la
investigación colectiva.

El know-how atesorado en las instituciones así
como las modalidades formales e informales de interacción
entre ellas admite que todos los actores sociales realicen un
proceso de aprendizaje continuo en términos de
economía y localización industrial, hacen ver con
mayor transparencia los aspectos eficientes y deficientes y los
desafíos a la economía nacional y mejoran la
capacidad de orientación tanto de las empresas como de las
instituciones privadas y públicas. Lo primero que tienen
que hacer numerosos países en desarrollo es crear
instituciones en cuyo seno vaya surgiendo el know-how sobre el
sector productivo, mientras que en los países avanzados
esa acumulación es un proceso en gran medida
autónomo, ya que las mencionadas entidades se comunican
entre sí mediante intercambio de informes, seminarios,
proyectos conjuntos de investigación, consejos
consultivos, y muchos otros recursos más. Aparte de
existir esa organización autónoma horizontal, las
instituciones promotoras de la investigación suelen trazar
las prioridades correspondientes.

Por cierto que para traducir ese know-how en
política económica es necesaria una
orientación estratégica para la acción. Las
instituciones estatales situadas en el área de la
política económica y locacional admiten y se
comprometen esta vez a realizar la tarea de acopiar y cohesionar
el know-how existente, explotar corredores de desarrollo,
cooperar con los actores estratégicos en la
formulación de visiones de mediano alcance y procurar
sobre esa base el mejor diseño posible de la
localización industrial. La formación de nuevos
patrones de organización de la sociedad y de
"técnicas de intervención y regulación
más compatibles con la autonomía" a nivel meso
favorece en gran medida el tiempo la gestión y la
configuración de los procesos de mercado, lo cual
disminuye las deficiencias de la regulación puramente
mercantil y las de la planificación estatista.

La dimensión
nacional, regional y local del nivel meso

Además de la innovación, la
creación de ventajas competitivas dinámicas exige
aplicar meso políticas específicas y selectivas. La
selectividad en el plano meso político en este caso lo que
desea es fortalecer a los fuertes. Lo cual permitirá
erigir con rapidez núcleos industriales dinámicos y
localizaciones industriales eficientes que ejerzan su poder de
irradiación sobre áreas menos
desarrolladas.

La selectividad va dirigida hacia tres
niveles:

  • a. la concentración de meso
    políticas en clusters industriales con potencial de
    desarrollo.

  • b. a nivel de clusters, lo primero es abrir
    paso a la innovación, promover a los mejores
    gerenciadores para dirigirlos inmediatamente a hasta las
    mejores prácticas internacionales, y dar alcance a los
    mejore empresarios.

  • c. con el fin de crear grupos empresariales
    dinámicos o clusters, es necesario fortalecer las
    regiones en desarrollo.

Las políticas que configuran el nivel de meso,
pueden ser a nivel regional o local. Son de importancia asimismo
las políticas selectivas y activas de comercio exterior
(política comercial, estrategias de penetración a
los mercados), así como la defensa activa de intereses a
nivel internacional (por ej. de los países en desarrollo
frente al proteccionismo de los países
industrializados).

A medida que se mejora el nivel meso nacional, ganan
importancia las políticas de soporte específico a
los clusters a nivel tanto regional como local. Debido a este
crecimiento se hace necesario aplicar políticas
descentralizadoras y reconsiderar las atribuciones de las
instancias políticas nacionales, regionales y locales.
Este factor es clave para ampliar las estructuras institucionales
que permitan formar a su vez otras estructuras en las
localizaciones locales y regionales.

La descentralización no debe interpretarse como
una delegación esquemática de responsabilidades
hacia niveles de decisión subsidiarios ni menos aún
como una desconexión entre las regiones y el Estado
nacional. Esta descentralización del sector público
tiene que implicar cambios complementarios a nivel central. Lo
que quiere decir que el Estado central conserva su importancia
por lo que aplica una política activa en materia de
comercio exterior.

Esta es una tarea permanente del sector público y
privado lo que da resultados constantes como lo son incrementar y
mantener la competitividad internacional de la economía,
además es la base de una implementación efectiva de
las políticas sociales y ambientales de
flanqueo.

Las estructuras de redes de colaboración y su
manejo
.

Tres puntos son relevantes en este contexto: el primero,
la relación específica entre los niveles meso y
meta; el segundo, el alcance de las políticas meso; y el
tercero, su importancia para el surgimiento de la competitividad
internacional.

La relación entre los niveles meso y
meta:

En el nivel meso se superponen diferentes patrones de
organización y gestión. La capacidad de los
patrones organizativos situados en el nivel meso y basados en
redes de colaboración está muy vinculada a las
estructuras profundas de cada sociedad involucrada y, por ende,
al nivel meta. En el nivel meta es donde hay que buscar los
factores que deciden si los actores colectivos serán
capaces o no de orientarse en la solución de problemas.
Todo intento de implementar la gestión basada en redes
colaborativas estará condenado al fracaso si:

  • los actores involucrados tienden a orientarse
    exclusivamente en lobbies

  • no hay experiencia histórica en el
    tratamiento de conflictos y en la búsqueda de
    soluciones consensuales, por lo que las estructuras basadas
    en redes colaborativas pueden desembocar fácilmente en
    un "desacuerdo interminable".

  • la falta de seguridades propias de un Estado de
    derecho dificulta la generación de "confianza
    generalizada. Entre los actores, una premisa importante para
    la gestión basada en redes
    colaboración.

Cuando las condiciones son propicias en el nivel meta,
las tareas a ejecutar en el nivel meso consistirán
en:

  • optimizar la capacidad de los actores involucrados
    (de las empresas, de los clusters empresariales, de las
    asociaciones patronales y obreras y de otros grupos de
    interés, así como de las instituciones
    intermedias).

  • la acción coordinada entre los mismos con
    vista a la generación de efectos sinérgicos y a
    la cohesión de recursos muy diseminados de
    gestión, sin socavar la autonomía relativa de
    los actores.

  • el equilibrio entre intereses propios e intereses
    conflictivos y colectivos.

El alcance de las políticas y de las
actividades privadas a nivel meso:

La importancia del nivel meso es cada vez mayor debido a
que su dimensión ofrece un margen de maniobra más
amplia, ésta se materializa a través de la
acción coordinada de los actores sociales , muchos
estudias indican las dimensiones local, regional y nacional no
pierden relevancia, existiendo más bien ventajas
competitivas nacionales, y si la creación de ventajas
competitivas está vinculada por lo tanto a las
localizaciones industriales, resulta entonces que los
requerimientos a las políticas meso son grandes, pero al
mismo tiempo son amplios los márgenes para configurarlas.
Éste permanece circunscrito a una sola zona
geográfica, siendo un sistema institucional y organizativo
articulado que no se puede exportar ni importar.

La importancia del nivel meso para la creación
de competitividad sistémica:

En la medida que las empresas son capaces de aprovechar
sus capacidades de aprendizaje y construir sobre ellas, su
competitividad se incrementa de manera notable. En tanto los
requisitos del mercado se vuelven más complejos, crecen
también los requerimientos hacia el entorno municipal,
estatal y nacional.   A mayores requerimientos a
las empresas se hace más claro que éstas ya no
pueden competir de forma aislada, sino que
requieren   conformarse en grupos empresariales
articulados en redes de colaboración. Estas redes no
incluyen solo a grupos de empresas, sino que además
requieren de la participación de instituciones
relacionadas con las actividades empresariales, como
universidades, organizaciones de fomento, centros de
investigación y desarrollo, grupos de consultores
especializados, entre muchos otros, así como de los
diferentes niveles de gobierno.

El rol de la
innovación

Las PyME y las políticas de difusión
tecnológica

Según Pyke (1994)34, hay tres maneras
básicas a través de las cuales las PyME pueden
mantenerse y prosperar en un ambiente globalizado:

  • 1. pueden fortalecer sus intenciones de
    convertirse en proveedores preferenciales de grandes
    corporaciones mejorando sus estándares de calidad y
    plazos de entrega;

  • 2. pueden tratar de competir "individualmente"
    en mercados finales, probablemente en nichos
    específicos;

  • 3. pueden buscar fortalecerse colectivamente
    asociándose con otras firmas pequeñas,
    quizás en distritos industriales, para cooperar,
    producir y venderá través de alianzas,
    instituciones colectivas y consorcios.

Un cluster es la concentración sectorial y
geográfica, esta debe influenciar la economía
externa pero a su vez no hay desarrollo de relaciones ni
cooperación entre agentes locales. Los distritos
industriales surgen cuando un cluster desarrolla patrones de
especialización inter firma con colaboraciones entre
agentes económicos y asociaciones locales. Una red no
implica la cercanía geográfica en la Pymes, ya que
ellas pueden tener un aprendizaje colectivo sin estar en el mismo
lugar.

De acuerdo a sus metas, se plantean tres niveles de
profundidad en los programas de innovación:

  • El primer nivel apunta a mejorar la adopción
    de tecnologías específicas por parte de las
    empresas productoras de bienes y servicios. Este objetivo se
    logra por medio de programas sectoriales, institucionales o
    por sector de uso o a través de programas de
    demostración.

  • El segundo nivel tiene como propósito mejorar
    la capacidad tecnológica receptora general de las
    firmas. Con ese objetivo se plantean programas de asistencia
    técnica para diagnosticar los requerimientos
    tecnológicos de las firmas y asesorarlos en la
    búsqueda de soluciones, redes de información
    para acceder a los respectivos oferentes tecnológicos
    y asistencia en el desarrollo de una incipiente capacidad de
    I+D.

  • El tercer nivel apunta a desarrollar la capacidad de
    innovación tecnológica de las firmas. Implica
    impulsar la colaboración entre las universidades y la
    industria, benchmarking para compararse con la mejor
    práctica internacional, diagnósticos
    sectoriales de necesidades tecnológicas y asistencia a
    las empresas para desarrollar un management orientado a la
    innovación.

En la actualidad los programas que promueven la
difusión de tecnologías microelectrónicas
como CAD/CAM entre las PyME son los más frecuentes. Los
programas de difusión tecnológica para mejorar la
competitividad de determinados sectores industriales siguen
siendo muy importantes.

Los programas de asistencia técnica incluyen no
sólo los esfuerzos tradicionales de extensionismo
industrial para solucionar el primer nivel de los requerimientos
tecnológicos de las firmas mencionado más
arriba.

Muy ligados a los programas de asistencia técnica
son aquellos que apuntan a brindar ilustraciones prácticas
del uso de ciertas tecnologías u organizar visitas a
establecimientos que ya aplican la tecnología en
cuestión como el Inside UK Entreprises en el Reino
Unido.

Los programas de entrenamiento de la fuerza de trabajo
son centrales para que las empresas puedan identificar, absorber
y usar creativamente las nuevas tecnologías. De mayor
envergadura, son aquellos programas destinados a introducir los
cambios organizacionales y administrativos necesarios para
desarrollar en las empresas una capacidad de innovación
tecnológica.

Sin embargo, gran parte de la evolución
histórica de los distritos industriales del Norte de
Italia se hizo en forma espontánea, aunque las
políticas públicas han tenido un papel coadyuvante
en algunos de ellos. Por ello Humphrey and Schmitz35 consideran
que las políticas públicas tienen un rol, no en la
etapa inicial de emergencia de los distritos, sino en orientar su
evolución posterior hacia un sendero de crecimiento
innovativo.

En el referido documento de la OCDE se hacen las
siguientes recomendaciones:

  • 1. Los programas se orientan por la demanda y
    están centrados en las diferentes
    necesidades técnicas de los
    usuarios.

  • 2. Los programas deben tener metas extensas,
    firmas y sectores productivos y de servicios.

  • 3. Los programas deben tener una red amplia de
    servicios.

  • 4. Los programas deberían estar
    integrados y coordinados.

  • 5. Los programas deberían incluir
    tecnologías duras y blandas. Deben tener más
    que soluciones a problemas técnicos y
    dirigirse a los cambios tecnológicos.

  • 6. Los programas deberían tener
    estabilidad y tener una perspectiva de largo plazo. deben
    tener recursos suficientes para trabajar con un número
    grande de firmas durante mucho tiempo.

Estas recomendaciones constituyen un conjunto sensato de
propuestas, totalmente congruente con el enfoque del SNI, para
diseñar e implementar programas de difusión
tecnológica para PyME dentro de una política
tecnológica en economías abiertas.

Al considerar estas políticas como las mejores
prácticas en el tema, no puede soslayarse una
cuestión fundamental: estas prácticas son el
resultado de una largo proceso de evolución
histórica en países industrializados que enfrentan
los desafíos de la creciente competencia internacional con
empresas en general acostumbradas a operar en economías
abiertas y a incorporar el cambio tecnológico, con
instituciones públicas y privadas que disponen de personal
capacitado y experimentado para facilitar el esfuerzo de
modernización tecnológica en el sector productivo y
con marcos regulatorios en general más proclives al
desarrollo de los SNI.

Políticas
tecnológicas para PyME en
américa latina

La experiencia latinoamericana en lo referente a
clusters y distritos industriales es muy limitada y en lo que
respecta a política tecnológica en general y para
PyME en particular es mucho más incipiente. Al mismo
tiempo, el enfoque neoclásico sigue siendo predominante
entre los hacedores de política económica y, es
justo reconocerlo que, en función de algunas de sus
recomendaciones, se han registrado aumentos significativos en la
eficiencia y productividad de los factores.

Sin embargo, las dificultades que experimenta parte del
aparato productivo y, en especial las PyME, en adaptarse al nuevo
marco regulatorio con los problemas de empleo y equidad que esto
conlleva y la propia experiencia de los países
industrializados con enfoques distintos al neoclásico
están comenzado a crear un ambiente mucho más
proclive hacia el diseño e implementación de
políticas específicas para PyME, entre las que se
incluyen algunas referidas a la absorción y
adaptación de tecnologías.

Con grupos de 10 a 30 empresas que están
dispuestas a formar parte de un Profo y que SERCOTEC las
considera viables, se nombra un gerente por un período de
tres años. El gerente hace de interfase entre los
integrantes del Profo y las instituciones públicas y
privadas que le pueden ofrecer los servicios de apoyo. Al mismo
tiempo, el gerente promueve mejores relaciones entre las firmas
integrantes del Profo y desarrolla su auto estima. Al cabo de los
tres años, las firmas deben auto sostener el esquema y
cubrir totalmente el salario del gerente.

Por otra parte, los autores señalan que, a fines
de 1993, la CORFO abandonó la modalidad de operar en forma
directa los instrumentos de acción y trasladó esta
función a instituciones de fomento público y
privados a las que denomina agentes operadores, una de las cuales
es SERCOTEC.

Mientras que en Chile se ha avanzado bastante en este
tipo de programas para PyME, en la Argentina la experiencia es
incipiente.

Uno de los desafíos que enfrenta la Argentina es
cómo aumentar el esfuerzo tecnológico
endógeno del sector privado (que, en proporción al
PBI, es mucho menor que el que se realiza en Chile y Brasil, por
ejemplo) y promover las interacciones entre las instituciones
públicas de I+D y las demandas específicas del
sector privado, en especial de las PyME, que han tenido muchas
dificultades para adaptarse a las nuevas reglas del
juego.

Todo esto implica no sólo contar con
asesoramiento destinado a mejorar sus competencias sino
también necesidades específicas de
capacitación.

Cabe señalar que puso en evidencia las fallas de
información sobre la oferta de servicios de organismos
públicos, universidades, empresas y otras instituciones.
En los casos en que las PyME han recurrido a estos oferentes, se
ha puesto de manifiesto la necesidad de que éste sea
más flexible y adaptado a las peculiaridades de este tipo
de empresas. Surgió la demanda de contar con servicios
especializados que no sólo diagnostiquen mejor los
problemas tecnológicos de las PyME sino que ayuden a
encontrar posibles soluciones.

En función de ese diagnóstico e inspirado
en algunos de los programas de los países industrializados
y en el Programa Cambio Rural de la Secretaría de
Agricultura, se ha planteado un Programa de Mejoramiento de la
Capacidad Tecnológica de las PyME que se propone facilitar
un progresivo desarrollo de la oferta de servicios
tecnológicos para que contribuyan efectivamente al
mejoramiento competitivo de las firmas usuarias y promover una
mayor articulación entre los demandantes de servicios
técnicos y los oferentes, públicos y
privados.

Los Consejeros Tecnológicos son el eje del
Programa. Su papel es lograr que la empresa evalúe sus
capacidades técnicas, establezca necesidades y busque las
soluciones y alternativas que considera más útiles.
El consejero amplia los elementos para la toma de decisiones y
ayuda a la puesta en marcha del proceso de fortalecimiento de las
capacidades. En este sentido, no es función del consejero
suplir estas carencias sino ayudar a superarlas.

Se han previsto dos tipos de
consejerías:

  • 1) Consejería Tecnológica
    Institucional

Se establecerá un esquema de consejería
con pasantías de jóvenes graduados en
ingeniería y carreras científicas y
tecnológicas afines.

  • 2) Consejería Tecnológica
    Individual

Se trata de consejeros individuales que apoyan y
aconsejan a un grupo reducido de empresas en forma
personal.

El financiamiento del programa de Consejerías
Tecnológicas se hará con fondos de la Ley 23.877 de
Promoción y Fomento de la Innovación
Tecnológica que administra el FONTAR, con los aportes de
las empresas usuarias del servicio y con otros fondos que
dispongan las entidades que van a realizar los servicios de
consejería.

No hay duda que el Programa es una buena iniciativa que
se encuadra muy bien dentro del enfoque del SNI y se inspira
parcialmente en la mejor práctica internacional de
cómo hacer políticas para PyME.

Al mismo tiempo, el esquema provee oportunidades de
empleo a jóvenes ingenieros y facilita el contacto con la
realidad del sector productivo desde el inicio de la carrera
profesional. También hace que los profesionales con
experiencia se vinculen mejor con las necesidades
específicas del sector productivo, supervisen las
prácticas de los jóvenes graduados y enriquezcan el
propio trabajo dentro de sus instituciones con información
de primera mano de lo que ocurre en la realidad
fabril.

Por otra parte, el Programa en cuestión
debería interactuar estrechamente con los numerosos
programas para PyME actualmente vigentes. Este deseo choca con
una realidad difícil de modificar en donde abundan la
dispersión de esfuerzos y la falta de coordinación
en esta materia.

Si sobre la marcha se van superando algunos de estos
obstáculos iniciales y el Programa gana experiencia y
credibilidad, sería oportuno tener en cuenta los tipos de
problemas que el trabajo de Katz y Dini37 plantean que pueden
aparecer en mecanismos para PyME guiados por la
demanda.

El enfoque sistémico proporciona nuevos elementos
analíticos que comprenden la especificidad de las
actividades innovativas. Además de las fallas en el
funcionamiento de los mercados y de las instituciones
públicas o privadas, atiende a la ausencia o debilidad de
las interacciones o retroalimentaciones entre las diversas
instituciones, todo lo cual debilita la posibilidad de aprovechar
el potencial de la Ciencia, la Tecnología y la
Innovación para el desarrollo económico, social y
cultural del país.

La configuración de un SISTEMA NACIONAL DE
INNOVACIÓN es una responsabilidad compartida de las
instituciones públicas y privadas. El objetivo
común debería ser la detección y
corrección de las fallas sistémicas, proporcionando
un marco de largo plazo que garantice el adecuado desarrollo de
los recursos humanos y contribuya al posicionamiento competitivo
de la Argentina en el escenario internacional, reduciendo la
brecha que nos separa de los países industrializados. La
intervención del Estado debe jugar un papel catalizador en
materia de Ciencia, Tecnología e Innovación,
potenciando la cultura innovativa tanto en el sector
público como privado, promoviendo una concertación
de esfuerzos que asegure una infraestructura adecuada y generando
un marco de incentivos que estimule las interacciones entre los
distintos agentes e instituciones que participan de un SISTEMA
NACIONAL DE INNOVACIÓN"(pp. 4 y 5)38.

A pesar de sus virtudes, es importante tener bien
presente que el enfoque del SNI no es ninguna panacea y que la
experiencia histórica pone en evidencia formas muy
diversas de conformación y evolución de los SNI en
cada caso específico. Sus debilidades normativas hacen
imprescindible que el diseño e implementación de la
política tecnológica se hagan a partir de un buen
diagnóstico de la realidad que se pretende modificar y se
tenga en cuenta tanto la idiosincrasia institucional del
país o la región como las lecciones que surgen de
las mejores prácticas internacionales en la
materia.

En el tema que nos ocupa, algunas de las recomendaciones
que surgen de la experiencia de los países de la OCDE en
los programas de difusión tecnológica son bastante
aplicables al caso latinoamericano y otras requieren
substanciales modificaciones.

En primer lugar, hay un consenso generalizado que los
programas deberían ser orientados por la demanda y
focalizados en función de las cambiantes necesidades
técnicas de los usuarios.

Sin embargo, en esta nueva concepción no puede
obviarse el hecho de que la demanda está constituida por
un universo extremadamente heterogéneo de firmas con
distintas trayectorias evolutivas. De no tenerse en cuenta esta
realidad y confiar en mecanismos automáticos, se corre el
peligro de no llegar a beneficiar a las firmas que más
necesitan de este tipo de servicios, como bien lo señalan
Dini y Katz37.

En segundo lugar, los programas deberían ir
más allá de la solución de los problemas
técnicos específicos y orientarse a los cambios
tecnológicos, gerenciales y organizacionales requeridos
para adoptar el cambio técnico. Deberían buscar
remediar la falta de management y de entrenamiento adecuado en
los operarios que impiden la efectiva adopción de
tecnologías y la adaptación a largo plazo de las
firmas. En lugar de sólo brindar asistencia técnica
acotada, se deberían proveer diferentes tipos de servicios
para cubrir las múltiples facetas de una exitosa
adquisición de tecnologías.

No hay duda que esta es la situación a la que se
debería llegar en el mediano plazo y para ello
habría que ir capacitando al personal y a las
instituciones respectivas. Teniendo en cuenta el escaso
desarrollo de los servicios tecnológicos en nuestros
países, en el corto plazo el brindar una asistencia
técnica acotada pasa a ser una tarea fundamental. En este
sentido, la importancia que se le asigna a la asistencia
técnica por parte de consejeros tecnológicos en los
programas chileno y argentino nos parece adecuada y congruente
con la experiencia de algunos países
industrializados.

En tercer lugar, los programas deberían tener
estabilidad y tener una perspectiva de largo plazo.
Deberían contar con recursos suficientes para trabajar con
un número significativo de firmas a lo largo del tiempo e
incorporar mecanismos de evaluación incluyendo la
retroalimentación de las firmas usuarias.

Finalmente, los programas deberían estar
integrados y coordinados. Aun cuando estén orientados
hacia regiones o localidades específicas, es importante la
coordinación a nivel nacional para que vaya construyendo
un SNI.

A su vez, no hay duda que el proceso de aprendizaje
colectivo que está haciendo América Latina en esta
materia se vería beneficiado por estudios similares a los
que ha hecho la OCDE sobre las mejores prácticas que ya
están emergiendo en la región, cuya
institucionalidad en esta materia es muy diferente a la europea,
norteamericana o asiática.

Finalmente, es importante tener en cuenta que el
diseño y la implementación de la política
tecnológica va más allá de los programas de
difusión tecnológica a las PyME. Cómo lograr
mayores esfuerzos endógenos y, a su vez, mayores derrames
de las actividades productivas de empresas nacionales y
extranjeras que se están acercando a las mejores
prácticas productivas internacionales, cómo
impulsar actividades basadas en conocimientos y cómo
promover interacciones entre las instituciones públicas de
I+D y los requerimientos de los sectores productivos y sociales
son algunos de los temas prioritarios de la agenda en esta
problemática vital del desarrollo
latinoamericano.

La experiencia
internacional

Se entiendo por asociatividad a un mecanismo de
cooperación entre pequeñas y medianas empresas,
donde cada empresa participante continua manteniendo su
independencia jurídica y autonomía gerencial y
decide voluntariamente participar en un esfuerzo conjunto con los
otros participantes para la búsqueda de un objetivo
común.

Numerosas regiones del mundo han utilizado en los
últimos años, esta estrategia empresarial. Para
mencionar alguna, Lombardía, Baden-Wuerttermburg,
Rhones-Alpers y Cataluña se han transformado en los
denominados .Cuatro Motores para Europa. En América el
más reconocido es el Silicon Valley, en
California.

Mencionaremos solo algunos ejemplos, de los numerosos
que existen:

Lombardía (Italia), cuya ciudad más
importante es Milán, es el motor económico de
Italia. Este estado, con su población de 9 millones de
habitantes, es aproximadamente el responsable del 21% del PBI
italiano. Su ingreso per cápita es 30% sobre el promedio
italiano. Lombardía es el mayor centro industrial y
comercial responsable del 30% de las exportaciones de
Italia.

Cataluña, cuya capital es Barcelona, es el centro
industrial de España, genera el 20% del PBI español
y representa el 27 % del total del rendimiento industrial de este
país. Su población es de 6 millones de
habitantes.

Baden-Wuerttemberg (Alemania), cuya capital es
Stuttgart, tiene una población de 9.4 millones de
habitantes y produce el 17 % de las exportaciones alemanas. Desde
allí se exportan productos automotores de primer nivel
(Mercedes Benz, Porche y Bosch). Zeiss también agrega a
las exportaciones alto valor agregado al estado. Hay 12.000
empresas industriales y de estas el 95% son Pymes.

Redescubrimiento de la territorialidad de la
producción

Los desarrollos de la última década,
más que demostrar el declive de las zonas industriales,
parecen conducir al redescubrimiento de la importancia de la
ubicación geográfica de la producción, y de
las redes de interdependencia pactada y no pactada entre las
empresas y los agentes sociales en los que se lleva a cabo la
producción. Según Sforzi39, la convicción
reciente de que el sistema de producción no se puede
considerar separadamente de las características locales y
de los factores humanos que contribuyen a su realización,
significa el reconocimiento de la unidad productiva integrada.
Tanto el sistema productivo como el mercado de trabajo son
locales, ya que tienden a ubicarse en la misma zona
geográfica y a compartirla.

Como señala Porter, "en todo el mundo, en un
país tras otro, el centro del éxito competitivo
tiene un carácter cada vez más local".

La aptitud para crear una concentración de
capacidades locales, tecnología local, infraestructura
local y proveedores locales en campos específicos,
constituye la clave para el éxito competitivo. La fuerza
de homogeneización de un mundo que se estrecha cada vez
más, con tecnología informática al alcance
de todos, forzará a las empresas a ser diferentes de sus
rivales. Estas diferencias, especialmente en términos de
vitalidad económica, parecen estar establecidas a nivel
local.

Por lo tanto, en la lucha generalizada por la
competitividad, las agrupaciones de empresas pueden resultar
especialmente favorecidas debido a su singularidad y a su
potencial factor de unicidad40, basado en sus capacidades locales
y endógenas.

A este respecto, en el informe de 1996 de la OCDE sobre
Tecnología, Productividad y Creación de puestos de
trabajo, se dice que el gran desafío para el futuro es la
capacidad para fomentar la productividad y el crecimiento
mediante actividades económicas intensivas en
conocimiento, manteniendo la cohesión y la equidad social,
una cuestión especialmente señalada por Jacques
Delors hace algunos años, y que se ha vuelto a destacar
recientemente en el Libro Verde42 sobre Innovación
publicado por la Comisión Europea.

Sin embargo, el Informe advierte: "La situación
de los trabajadores no especializados se ha deteriorado en
términos absolutos, mientras que han aumentado
considerablemente las perspectivas salariales de los que son
capaces de explotar plenamente las nuevas tecnologías en
un mercado global. Son especialmente importantes las
políticas para coordinar el desarrollo de los recursos
tecnológicos y humanos y para garantizar el acceso
universal a las nuevas infraestructuras y servicios de
información. Debe dedicarse una atención especial a
los que están atrapados en la pobreza debido a una
insuficiente especialización o a una escasa capacidad de
aprendizaje"

La importancia de las políticas
públicas

Las políticas relativas a infraestructuras,
capital humano y difusión tecnológica pueden
desempeñar un papel fundamental en el sostenimiento de las
zonas ya establecidas e incluso en el fomento de la
aparición de otras nuevas. Los sistemas productivos
locales basados en pequeñas empresas no son necesariamente
innovadores, flexibles, consensuales y rentables, y el concepto
de las etapas de desarrollo de zonas industriales elaborado por
Brusco43 demuestra que, después de una fase de crecimiento
espontáneo, su progreso ulterior requiere
intervención y apoyo externos, sin los cuales la zona
podría quedar atrapada en una espiral de
declive.

Los consorcios u otras estructuras colectivas que
proporcionan servicios reales, típicos del modelo italiano
pero también utilizado en Alemania, Dinamarca o
Bélgica, pueden demostrar que son un elemento clave en la
dinámica de la zona. Pueden desempeñar un papel
para estimular a los empresarios y a los empleados a trabajar con
nueva tecnología, a adaptarla a sus necesidades y a
mejorarla.

También apoyan el diseño y
aplicación de nuevas técnicas, de tal manera que
puedan introducirse de la forma menos traumática posible,
sin perturbar a los trabajadores, ni causar alteraciones
importantes en la organización del trabajo ni grandes
cambios jerárquicos en la empresa 43. En el futuro,
adquirirán aún más importancia para
garantizar que se cumplen las normativas de retribución y
empleo, proporcionando asistencia mediante la formación
vocacional y actuando como interfaz entre los agentes locales y
las redes globales.

Evidentemente, en muchos casos, los centros de
investigación tecnológica han contribuido
esencialmente al fenómeno de rejuvenecimiento industrial
basado en la mezcla de nuevas tecnologías con sectores
productivos existentes, y esto ha abierto valiosas oportunidades
a los distritos industriales italianos y a otras agrupaciones de
pequeñas empresas en Europa, tradicionalmente
débiles en los sectores de alta
tecnología.

De hecho, podemos decir que ya no existen sectores
obsoletos en la economía globalizada: la industria ha
llegado ahora a la madurez y por consiguiente está en
peligro de declive, particularmente si manifiesta su incapacidad
para incorporar las tecnologías emergentes a sus procesos
de producción y de mercado44.

La experiencia Sudamericana

En América del Sur han surgido complejos
productivos en torno a los recursos naturales, aunque en forma
incipiente. Veamos algunos ejemplos.

El complejo oleaginoso en Argentina45, de gran
relevancia en la región. Se trata del complejo oleaginoso
de Argentina. Este complejo genera el 25% de las exportaciones
argentinas y ha tenido un crecimiento vertiginoso: sus
exportaciones aumentaron 17 veces entre el principio de los
años setenta y el inicio de los noventa, cuando su valor
llegó a los 3400 millones de dólares. Este
complejo, que es de primordial importancia para la Argentina,
aprovecha la ventaja comparativa para la producción
agrícola que ofrece la pampa argentina, y una salida al
mar relativamente próximo.

Su despegue fue impulsado por:

1) la duplicación del precio internacional de las
semillas oleaginosas y del aceite, lo que hizo muy rentable la
producción de ambos;

2) un fuerte aumento del rendimiento por hectárea
en los últimos 20 años (de 2.2% anual en la soja y
de 4.0% anual en el girasol),

3) la factibilidad de hacer un doble cultivo, de trigo
en el invierno y de soja en el resto del año, lo que
duplicó la rentabilidad de la tierra.

En la actualidad el complejo está ya bastante
maduro y exhibe encadenamientos hacia atrás, hacia
adelante y hacia los lados. En lo que a encadenamientos hacia
adelante se refiere hay una importante industria procesadora que
toma el insumo agrícola (soja y girasol) y lo convierte en
aceite y subproductos, duplicando el valor por tonelada (de 245 a
485 dólares). La fase de comercialización que sigue
incluye servicios tan importantes como los de almacenamiento,
transporte y embarque.

Un segundo complejo productivo bastante desarrollado,
aunque aún no plenamente maduro, es el complejo industrial
que se da en torno a la minería en Chile.

Este complejo se estructura en tomo a la
extracción del cobre, para lo cual el país tiene
una fuerte ventaja comparativa. En efecto, Chile posee más
del 25% de las reservas mundiales de cobre -lo que lo hace una
especie de Arabia Saudita del cobre-y a la vez tiene minas de
relativamente alta ley (en torno al 2%).

Además, por la configuración
geográfica del país, donde la cordillera
está cerca del mar, los costos de transporte a los
mercados internacionales son relativamente más bajos que
en otros países.

La elaboración multiplica el contenido de cobre
por 50, pero el valor por más de 200. La mayor parte del
cobre refinado se exporta directamente, pero una parte
significativa es convertida en alambre y otros productos que
luego se exportan. Una mayor maduración del complejo
productivo impulsaría estas últimas
actividades.

Actualmente la producción nacional proporciona
dos tercios de los insumos, el 40% de los equipos (sobre todo de
los equipos de remplazo) y el 75% de la ingeniería. Es
decir, el 60% de los costos de los insumos, maquinaria y
servicios de ingeniería (o sea, el 60% de los potenciales
encadenamientos hacia atrás) ya es provisto por industrias
nacionales.

Por otra parte, desde la creación de MERCOSUR, la
Comisión Europea ha venido apoyando el proceso de
integración regional en Sudamérica. En 1995, los
programas patrocinados por la CE alcanzaban la cifra de 500
millones ECU, con unos 700 proyectos en una serie de campos que
van, desde la ayuda humanitaria, la cooperación
científica y los intercambios académicos, a la
cooperación económica y empresarial y a proyectos
de asistencia técnica.

La opción de orientarse hacia las PYMES (los
agentes económicos locales más débiles,
aunque más numerosos) está ligada, inevitablemente,
a los temas de generación de empleo y de ingresos y
conduce a considerar las mejores prácticas europeas que
puedan transferirse o adaptarse, en el terreno de la
promoción industrial de sistemas de producción
locales, caracterizado por la agrupación geográfica
y la especialización sectorial de las empresas.

La referencia a los polos industriales llevo a
establecer la ejecución de los proyectos de asistencia
técnica a organizaciones italianas y a otras instituciones
europeas cualificadas (la Industria Española de
Equipamiento Tecnológico – AIDIMA – y el Consorcio
Catalán de Promoción Comercial – COPCA -) con
conocimientos y experiencias en estas áreas.
Específicamente, la Agencia Italiana de
Investigación sobre Nuevas Tecnologías,
Energía y Medio Ambiente, ENEA, esta se encargo de
coordinar grandes proyectos debido a su larga experiencia(a
mediado de los 80 años en varios polos italianos) en
iniciativas de alianzas tecnológicas y renovación
industrial. Además, la agencia de desarrollo
económico de Emilia-Romagna, ERVET, se encargo de los
temas de planificación regional y de la
coordinación de las partes del proyecto ejecutadas por sus
centros sectoriales de servicios (beneficiándose de las
citadas iniciativas de ENEA).

El "Modelo de Emilia" y
su significado para los países en vías de
desarrollo

El "modelo de Emilia", se basa principalmente en las
iniciativas institucionales encaminadas a crear un entorno
favorable para el desarrollo de las empresas, es decir que ha
medida que estos entes trabajen en conjunto ayudaran a la
prosperidad industrial de un país, eso sin dejar de lado
los procesos económicos espontáneos y
auto-organizados. A mediados de los años 70, el gobierno
regional, diseño su propia política industrial ya
que las políticas impuestas por el gobierno central
limitaban sus poderes.

ERVET se fundo con el fin de experimentar con las
asociaciones empresariales y las administraciones locales, nuevas
iniciativas en apoyo de economías basadas en las
pequeñas empresas y las micro-empresas. Originalmente, se
crearon polos industriales con infraestructuras y servicios
comunes, cooperativas de crédito para pequeños
empresarios y actividades de formación de recursos
humanos. En los años 80, se establecieron centros de
servicio sectoriales para las industrias locales de
géneros de punto, calzado, maquinaria agrícola,
máquinas herramienta, trabajado de metales,
cerámica y construcción.

Hay tres aspectos notables de esta experiencia, que
influyeron en el diseño de los proyectos para
América Latina:

  • La unidad sobre la que se actúa. El objetivo
    no es una empresa individual, sino una red de empresas. Pues
    así, se pueden ayudar todas, transfiriéndose
    conocimientos con la intención mejorar e introducir
    nuevas aptitudes y a la vez, reforzar los procesos de
    cooperación y formación de redes.

  • La naturaleza de las medidas. Se da fundamentalmente
    para lograr objetivos que giren en torno a la
    obtención de medidas y relaciones cuantitativas para
    la toma de decisiones, ya sean favorables o limitativas para
    la empresa, a través de la aplicación de
    instrumentos y técnicas matemáticas sobre
    cifras y datos suministrados por la contabilidad,
    transformándolos para su debida
    interpretación.

  • Los participantes en la política. Los
    principales grupos de intereses locales, tanto
    públicos como privados.

Ejecución de proyectos de asistencia
técnica

El intento de transferir el modelo antes descrito a los
grupos de PYME de Sudamérica se baso en asumir que son los
contextos locales los que han de orientar las acciones locales, y
que las intervenciones desde arriba, destinadas a reproducir
paradigmas específicos pueden fracasar fácilmente.
El modelo se utilizó, pues, utilizando un enfoque
conceptual, y se fue adecuando continuamente, basándose en
las condiciones iniciales locales y en las reacciones de las
contrapartes involucradas.

Por estas razones, se siguieron las prácticas
establecidas en Italia, la secuencia de acciones emprendidas
comenzó con la organización (asociaciones
empresariales locales) de seminarios de concienciación
sobre las limitaciones de los productos y procesos actuales, en
cuanto a calidad, flexibilidad y eficiencia. Luego, se
probó con la colaboración entre empresas nacionales
y extranjeras, las universidades, entes públicos y locales
de investigación, en la participación del
proyecto.

Propósito Estratégico

Plantear un Modelo integrador y Replicable de Cluster
Productivo, de elevado nivel de competitividad sistémica,
cuyos efectos se centren en el desarrollo sustentable del sector
PyME, a partir de indagar sobre la competitividad alcanzada por
los denominados Agrupamientos Industriales.

Objetivo General

Crear un núcleo de servicios comunes para las
empresas e integrarlos en una cadena de valor productiva y, que
en conjunto, alcancen más altos niveles de productividad,
calidad y rentabilidad.

Objetivos Específicos

Cubrir las necesidades de las empresas del cluster,
ejecutando las actividades siguientes:

  • Identificar y concretar acuerdos de
    cooperación con los organismos del sector, las
    entidades académicas, de desarrollo o
    modernización tecnológica o de apoyo a la
    capacitación en la industria, a la creación de
    nuevas fuentes de trabajo, así como con aquellos
    programas que faciliten su operación, estableciendo
    específicamente vínculos institucionales para
    coordinar pruebas de laboratorio y pruebas de
    calidad.

  • Investigar y reunir información de vanguardia
    en procesos, materiales y diseños técnicos,
    creando una biblioteca con documentos para el sector y
    generando sistemas adecuados para difundir esta
    información.

  • Identificar y promover los mejoramientos en materias
    primas, así como proponer el uso de nuevos materiales
    para innovar en los procesos de producción.

  • Fortalecer un servicio de información
    estratégica que oriente a las empresas interesadas en
    los temas que el proyecto atiende.

  • Propiciar la identificación de nuevos
    negocios, en los que pueda participar más de una
    empresa, explorando principalmente aquellos que puedan llevar
    a la exportación.

  • Establecer sistemas de mejora continua para la
    manufactura y productividad de las empresas productoras y
    proveedoras, realizando previamente los respectivos
    diagnósticos.

  • Establecer un programa de mejora en abastecimiento y
    desarrollo de proveedores comunes de las empresas del
    sistema.

Resultados Esperados

En el alcance de los objetivos anteriores, el proyecto
ofrecerá, directamente o a través de su
coordinación con organismos privados o públicos, lo
siguiente:

  • Servicios de información que les permitan
    mejorar las condiciones de competencia, centrándose en
    ofertas y demandas de insumos, compras en común,
    subcontratación y producción
    conjunta.

  • Soporte técnico especializado que incluya
    selección de donantes para servicios de mantenimiento
    de maquinaria y herramienta; que permita mejorar la
    productividad y confiabilidad en la
    operación.

  • La integración de un programa de
    transferencia de tecnología a las empresas
    asociadas.

  • Formación profesional para personal de los
    diversos niveles de las empresas asociadas, en las
    áreas técnicas, productivas, administrativas y
    de marketing.

  • La promoción y el establecimiento de sistemas
    de calidad en las empresas, que les permita alcanzar una
    competitividad adecuada ante el panorama de
    globalización.

Modelo rivalidad –
cooperación (esquema gana – gana)

En los años 1994 con Nash, Harsanyi y Selten, y
1996 con Mirrless y Vickrey, investigadores relacionados con
teoría de juegos, obtuvieron el Nobel de
Economía.

La teoría de juegos es una herramienta de
análisis útil para el diseño y
evaluación de las políticas de la empresa, tal como
la política de precios. Además es conveniente
señalar que la teoría de juegos no cooperativos es
la más indicada para enfrentar situaciones derivadas de la
competencia. De la misma forma, la teoría de juegos
cooperativos es la más indicada para resolver problemas de
asignación de costos.

Juegos no cooperativos

La teoría de juegos no cooperativos aplicada, en
entidades que básicamente tiene un conjunto de estrategias
a su disposición y unas asignaciones de pagos que reciben
por llevar a cabo, tales estrategias en forma más extensa
a la resolución de situaciones planteadas en mercados
competitivos, hacen un manejo estratégico de las
situaciones a las que se ven enfrentados en la competencia, es
decir estos son un poco egoístas con el objeto de
maximizar sus beneficios individuales.

La modelación consiste en simular el problema en
base a un conjunto de jugadores, la manera de cómo eligen
y en lo que saben de los otros jugadores cuando eligen: en
general, se supone que los individuos toman sus decisiones
independientemente unos de otros aunque conociendo sus oponentes
y las posibles estrategias que estos tienen a su
disposición. Es decir, son individuos egoístas pero
que tratan de predecir lo que los otros agentes harán para
obrar entonces en conveniencia propia. Una solución en
este tipo de juego, es el equilibrio del juego, de allí
nace el concepto de equilibrio de Nash como el principal en la
resolución del mismo.

Juegos Cooperativos

La teoría de juegos cooperativos ha sido aplicada
a problemas de asignación para tales juegos se pueden
interpretar como soluciones alternativas a un problema de
asignación de costos. Las dos mayores clases de problemas
de asignación de costos explican relación con los
costos conjuntos y los costos comunes, los primeros corresponden
a aquellas situaciones donde los costos de producción no
corresponden a una función separable del conjunto de
productos (produce ahorros llamados economías de
ámbito). Los costos comunes se aplican a situaciones donde
el costo de producción se define sobre un solo producto
que es usado por múltiples usuarios (producen ahorros
conocidos como economías de escala).

El planteamiento teórico básico consiste
en poder modelar una red con todos los agentes que
interactúan con dicha red. Ellos corresponden a agentes o
jugadores en un juego y esencialmente son inteligentes y
racionales que tratan de analizar la posibilidad de formar una
coalición de parte de los jugadores, de que esa
coalición sea estable y de cómo se deben repartir
las ganancias entre los miembros de la coalición para que
ninguno de ellos esté interesado en romper con el pasar
del tiempo la coalición (estabilidad de la
asociación). 

Localización

La Teoría de la Localización Industrial ha
experimentado a lo largo del tiempo numerosas transformaciones
relacionadas con los cambios pasados en la Economía. La
diversidad de modelos establecidos ha pretendido, introducir la
variable "espacio" dentro de la Teoría Económica,
lo cuál supone un cambio de perspectiva que altera las
pautas de actuación de los agentes.

Teorías de localización y formas de
organización industrial.

Entre las distintas teorías de la
localización industrial, es necesario conectar las
corrientes con el contexto económico en el que
desenvuelve, y con el tipo de organización industrial y
económica dominante. Así, cuando surge la
teoría tradicional existe un predominio de las empresas
pequeñas, con un sólo centro productivo, y con unos
medios técnicos simples. Asimismo las
características de los medios de transporte hacen que
determinados factores como las materias primas, las fuentes de
energía y el costo de transporte tengan una fuerte
relación con la localización. Favorecen la
aparición de las grandes organizaciones industriales, con
un impacto muy fuerte sobre la localización, pues este
tipo de empresas actúan en mercados concentrados, en
espacios muy grandes, desarrollan funciones más complejas
con múltiples objetivos, poseen una mayor capacidad para
actuar sobre el espacio.

La organización de la producción se
configura como un sistema que se ha dado en llamar "fordista" que
tiende a la concentración de las inversiones productivas
en grandes factorías en las que se dan procesos de
producción continuos, aprovechándose
economías de escala. Dando lugar a un tipo de desarrollo
polarizado con una estructura también dual del espacio
económico, con áreas de elevada
concentración y otras de escaso desarrollo.

Asimismo, la aplicación de políticas
económicas keynesianas, con las que el estado tiene la
responsabilidad de atenuar las recesiones del mercado y los
incrementos del desempleo, garantiza un crecimiento continuo de
la producción. En este contexto es en el que se originan
tanto la corriente comportamental, como la escuela
estructuralista, a partir de la crisis de los setenta,
surgió como efecto, la coincidencia en el tiempo de
diversas circunstancias como la fuerte elevación del
precio de las materias primas, la ruptura del sistema
internacional de tipos de cambio fijos, el desmoronamiento de las
políticas de corte Keynesiano, la creciente competencia de
la producción proveniente de los países
asiáticos y la consiguiente internacionalización de
la economía y oscilación de la demanda de bienes
industriales, representa una modificación estructural de
la organización industrial de tipo fordista.

Ante este nuevo marco, la repuesta ha sido
múltiple, desde la relocalización de actividades,
pasando por los reajustes de plantilla, hasta la
reorganización sobre procesos de producciones más
flexibles, lo que provoca una revitalización de nuevos
espacios industriales, lo que ha ocasionado protagonismo a las
pequeñas empresas, al desarrollo de base local y a la
política de desarrollo regional. Todo impulsado por lo
opuesto a la de la fase anterior la doble tendencia hacia la
descentralización y hacia la especialización
flexible. Descentralización, que en sentido estricto,
supone la desintegración del proceso de producción
en un número creciente de fases, lo que incrementa la
división del trabajo en el seno de una empresa multi
planta, y favorece el surgimiento de pequeñas empresas
industriales o de servicios, que actúan como proveedoras,
clientes o colaboradoras.

Especialización flexible es una estrategia que
encarga de la innovación permanente, en la
adaptación a los continuos cambios en lugar de
controlarlos. Se basa en un equipo flexible apropiado, en unos
trabajadores capacitados y en la creación, por medio de la
política, de una comunidad industrial que sólo
apruebe las clases que favorecen la innovación. De igual
forma, la aparición de nuevas formas de
organización industrial, surgen nuevos conceptos
teóricos como los "Distritos industriales", "Medios
innovadores" o "Redes de cooperación" existentes hasta la
actualidad.

Las aportaciones de la Teoría de la
Localización Industrial, en sus diferentes versiones,
reflejan numerosas limitaciones, desde la crisis de los
años setenta, ha adquirido un grado muy elevado de
complejidad: desde el proceso de reajuste industrial, la
revitalización de nuevos espacios productivos y el
protagonismo de las pequeñas empresas, durante la
década de los ochenta, hasta la globalización
económica, la intensificación de los procesos de
integración de distintas áreas, y la necesidad de
una dinámica de innovación continua, de la
economía actual. Dichas limitaciones se derivan de
cualquier proceso de simplificación en el cuál se
pierde información, del establecimiento de unos supuestos
alejados de la realidad, y de la pretensión de obtener
estructuras óptimas de localización que no
responden a esa realidad. De hecho, la incertidumbre está
presente en las decisiones impulsando, en muchos casos,
localizaciones que poco tienen que ver con el óptimo sino
más bien con la del riesgo que supone una zona que resulta
familiar, que permite mantener contactos y relaciones con los
clientes ya establecidas o en la que se limita el comportamiento
de otras empresas exitosas.

Por estas razones y ante la falta de adecuación
de localización industrial más recientes se han
apoyado más en deducciones empíricas que
teóricas tratando de incorporar, además de
variables económicas, de tipo social, cultural e
institucional. El modelo utilizará la disponibilidad de
grandes instalaciones industriales en buenas condiciones,
ubicadas estratégicamente y con capacidad instalada
ociosa.

Integración y
participación

Es imposible reproducir las condiciones
económicas, sociales, políticas y culturales que
impulsaron el desarrollo espontáneo de distritos
industriales en Italia y otros países, es posible el poner
en marcha este tipo de instrumentos si se identifican y
después se reproducen los elementos funcionales que lo
sustentan.

Tres son los elementos funcionales a caracterizar para
el desarrollo de los distritos industriales:

1. Agrupamiento de empresas Pymes concentradas
espacialmente y especializadas sectorialmente.

2. Conjunto de vínculos hacia delante y hacia
atrás, basados en relaciones de mercado y extra –
mercado para el intercambio de bienes, información y
recursos humanos.

3. Una red de instituciones públicas y privadas
locales de apoyo a los agentes económicos.

Existen una serie de lineamientos para alcanzar el
éxito en el desarrollo de un distrito
industrial

Las actividades de las empresas deben ser comunes y
complementarias, que desarrollen integración vertical y
horizontal.

  • Poseer un programa de trabajo claro y preciso
    sustentado por un plan de negocios que permita articular
    condiciones de oportunidad de negocio, estrategia de arranque
    y crecimiento, prospectos de beneficio de corto y largo
    plazo.

  • Contar con un proceso estricto de selección y
    evaluación de empresas a integrar.

  • Contar con expertos en negocios de base para
    desarrollar proveedores a nivel distrito, administrar
    fortalezas y debilidades de las empresas socias, lograr la
    vinculación con consumidores finales a través
    del nuevo polo.

  • Establecer un proceso de seguimiento y
    evaluación de las empresas integradas.

Por otro lado, deben evitarse para no fracasar en el
proyecto:

  • Administradores sin experiencia.

  • Que exista gran heterogeneidad entre las empresas
    socias.

  • Que el administrador pertenezca a las empresas
    socias.

  • Que el administrador sea un recién
    graduado.

La productividad

Las empresas que forman parte de un grupo se favorecen
al poder actuar más productivamente en el abastecimiento
de insumos, al tener mejor y mayor acceso a la información
y a la tecnología, al poder crear colectivamente
instituciones de soporte necesarias para todas las empresas
miembros del grupo. Asimismo, formar parte de este, beneficia en
la coordinación con empresas relacionadas y es un
mecanismo para medirse y motivar el mejoramiento frente a las
otras empresas miembros del grupo.

A continuación se describen cinco elementos del
grupo que ayudan al mejoramiento de la productividad de las
empresas miembros:

Mejor acceso a mano de obra calificada, suplidores y
servicios conexos

Los costos para la contratación de personal se
reducen al existir un pool de operarios que sirven a todas las
empresas del grupo, creando incluso mayor estabilidad de esos
operarios dentro del grupo, a su vez, aumenta la productividad de
la mano de obra. Por otra parte, el grupo, al abarcar a un grupo
de empresas, crea condiciones interesantes para el desarrollo de
suplidores de ese grupo de empresas. Con ello, el abastecimiento
local de insumos y servicios relacionados se convierte en una
ventaja adicional del grupo, en comparación con el
abastecimiento distante del exterior o una creciente
integración vertical al interior de la empresa.

Acceso a información
especializada

La relación personal entre los empleados de las
diferentes empresas miembro del grupo un acceso preferencial a la
misma, reduciendo nuevamente los costos de transacción y
generando la posibilidad de crear un ambiente de constante
innovación de información al respecto entre los
diversos miembros del grupo.

Complementariedades

La creciente interrelación e interdependencia
entre los diversos miembros del grupo conduce a asociaciones
entre los mismos y tienden a aumentar la competitividad. Otra
complementariedad importante es el mercadeo, al generar un grupo
la atracción de clientes precisamente para las empresas
pertenecientes al grupo.

Acceso a instituciones y bienes
públicos

Al existir una masa crítica de empresas conduce a
que el gobierno y sus instituciones desarrollen. Asimismo, la
existencia de un grupo de empresas puede conducir a la
realización de inversiones conjuntas para mejorar, la
competitividad de todas las empresas participantes en el grupo,
generando externalidades positivas para todas las empresas
actuales y potenciales del grupo.

Mejor motivación y medición del
desempeño

La ubicación de la empresa dentro de un grupo le
permite comparación inmediata con su competidor, quien,
tiene igual relación con suplidores de material y equipo,
con proveedores de servicios complementarios, y hasta con
personal que ha laborado en otras empresas.

Integración

El grupo, estará formado por módulos de 4
a 20 empresas de elevada afinidad productiva, y
funcionarán en propiedades cedidos para tal efecto, luego
de realizar una subdivisión industrial se
entregarán en fideicomiso, por un período de quince
a veinte años a un ente multi-sectorial para su
administración.

Las características de las propiedades deben
responder a empresas de grandes y complejas estructuras, en buen
estado de conservación y que últimamente hayan
finalizado su actividad o se encuentren con más de un 70%
capacidad instalada ociosa.

GRUPOS DE INTERÉS

Monografias.com

Este ente estará integrado por los sectores
estado, industria, trabajo y financiero, administrará el
predio y promoverá políticas de integración
industrial orientada a PYMES con proyección en desarrollo
de tecnologías de alto impacto.

La presidencia del ente estará reservada al
propietario del predio y será integrado por tres
representantes del sector trabajo, tres del sector industrial,
tres de entidades financieras y tres del sector
gobierno.

La representación corresponderá a
entidades locales reconocidas y en el caso del sector gobierno se
considera fundamental la participación de un representante
de la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio y
un representante de la Comisión de Investigaciones
Científicas de la Provincia de Buenos Aires, y un
representante del Municipio Local, todos con poder de
decisión e influencia en las mencionadas
instituciones.

El reparto de la recaudación en concepto de
alquileres de los espacios industriales y los servicios, se
dividirán en 40% para el propietario, 15% para el sector
industrial (en beneficios), 15 % para el sector trabajo(en
beneficios), y 15 % se asignará para funcionamiento y 15%
para desarrollo de nuevos emprendimientos e
imprevistos.

Los beneficios del sector financiero serán por
las distintas líneas y productos que el proyecto le
asegura, las garantías las proveerá los distintos
fondos de Garantía Reciproca, en los que se
participe.

Los beneficios del sector gobierno serán la
implementación de políticas económicas
activas y la incorporación al sistema de agentes de cambio
a través de sus organismos de ciencia y tecnología,
como universidades públicas, privadas, CONICET, CIC Bs.
As., INTI, SEPYME, etc.

La organización

El ingreso de empresas al programa será a
través de pre – evaluación por parte del staff
técnico del ente Administrador, que tendrá
carácter de recomendación. La decisión
concluyente será por acuerdo total del ente Administrador,
quién dispondrá espacios, servicios y responsables
de instalación a través de un contrato ad
-hoc.

El distrito estará regido por un esquema
dinámico y deberá cumplir con las siguientes cuatro
funciones diferenciales básicas:

  • Funciones políticas
    (concertación de un plan de acción y
    asignación de líneas de financiamiento)
    integrado por representantes de cada sector ( sector
    gobierno, sector trabajador, sector empresario, sector
    financiero)

  • Funciones de planificación y
    coordinación del sistema en su conjunto

    (Identificación de prioridades, preparación del
    presupuesto, vinculación intersectorial,
    gestión de recursos internacionales, evaluaciones y
    auditorias) se encarga sector gobierno, sector trabajador,
    sector empresario, sector financiero)

  • Funciones de promoción
    (determinación de prioridades sectoriales,
    administración de los recursos asignados al sector,
    concurso o licitación de proyectos, promoción
    de áreas desatendidas) cada sector promoverá el
    acceso al estudio de proyectos de factibilidad técnico
    económica.

  • Funciones de ejecución
    (realización de actividades de investigación,
    desarrollo y prestación de servicios técnicos,
    búsqueda de nuevos mercados, gestiones de
    negociación, optimización de procesos, balance
    de líneas productivas, etc.)las unidades ejecutoras
    (empresas) son autónomas y descentralizadas de
    medianas dimensiones (independientes o insertas en el sistema
    productivo, tecnológico y científico del
    Programa).

Diseño organizativo

Para alcanzar el nivel de competitividad que suponga su
viabilidad, es el empleo de una estructura organizativa adecuada.
La estructura organizativa debe responder adecuadamente a los
distintos niveles de incertidumbre: cuanto más desconocido
sea un entorno por su grado de dinamismo y complejidad,
más flexible y poco estructurada deberá ser la
organización interna para que pueda adecuarse con rapidez
a los cambios ambientales; por el contrario, una
organización que proceda en un entorno conocido
podrá conservar una estructura fija y estable,
diseñada para mantenerse durante un largo periodo de
tiempo.

La descentralización y la mayor
cooperación entre las empresas es posibilitando el uso de
las nuevas tecnologías de la información y de las
telecomunicaciones.

Nuevas tendencias en la
organización

"Aplanar la organización": Pretende definir la
estrategia y las formas de actuación para "reducir el
tamaño" efectivo de la organización, con el fin de
hacerla más eficiente y competitiva.

"Ajustar el tamaño de la organización":
Enfoque que pretende definir cómo debe la
organización reorientar sus procesos hacia las actividades
estratégicas en las que tiene competencias básicas
y, por tanto, en las que crea valor y es eficiente.

"Lean Management": Enfoque heredado de los
procesos técnicos o del sistema productivo, que pretende
incorporar la filosofía de la "fabricación
simplificada", dentro de una organización "reducida o
ajustada" en su tamaño y en sus funciones.

Partes: 1, 2, 3
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